Por: Mario Saldaña,
Fundador y Director Ejecutivo
En marzo de 1998 se formalizó un emprendimiento de consultoría personal en comunicaciones iniciado pocos años antes. Esta aventura traía bajo el brazo algunos elementos sui géneris: se trataba de un abogado que a mitad de su carrera decidió incursionar en el periodismo, luego en las comunicaciones corporativas, pero además, era su primera experiencia empresarial.
Visto en retrospectiva, ¿qué permitió que ese emprendimiento se consolidara y creciera con el tiempo? Primero, pasión y vocación por las comunicaciones, además de capacidad para transmitir ambos elementos a los integrantes del equipo. Segundo, ser una organización volcada plenamente a acompañar el logro de los objetivos de negocio de los clientes al 100 % y a hacer propias dichas metas. Tercero, flexibilidad para el cambio, innovación constante y adaptación permanente.
Lo anterior ha permitido que desde su creación, ADN Consultores haya logrado con éxito brindar soporte eficaz a todo tipo de organizaciones en el diseño, planificación y ejecución de estrategias y campañas tanto de relaciones públicas como del entorno digital. Y también canalizar con eficiencia las relaciones institucionales de los clientes, con el fin de fortalecer su reputación y lograr un impacto positivo.
Ya en el presente, ADN Consultores es, sin duda, una empresa comprometida. Es por esta razón que, a pesar de las adversidades originadas por la crisis del COVID-19, ha podido cumplir sus objetivos gracias a la confianza de los clientes, pero, sobre todo, a esa pasión y vocación del equipo humano que la integra.
ADN Consultores se fortalece al diversificar su oferta como una empresa consultora integral enfocada en Asuntos Públicos y Sostenibilidad y, por otro lado, amplía sus servicios de Comunicación Estratégica en campos como desarrollo de identidad de marca, estrategia de comunicación para eventos y producción de contenidos mediáticos.
El mundo tiene grandes retos y es clave estar listos para afrontar nuevos desafíos. La filosofía y el propósito de la empresa siguen intactos: acompañar a los clientes en el logro de nuevos objetivos de negocio, porque formamos parte del ADN de las organizaciones y sabemos lo que necesitan.